Un camino de flores silvestres, de vacas pastando, el tránsito tortuoso de vehículos a causa del lodazal, de las piedras, de calles marcadas sin casas, entre contenedores rebosantes de basura y perros callejeros tirados al sol. Los que viven en la colonia San Juan de Abajo no están condenados a la marginación porque encaran con fortaleza y algunos, con genuina alegría, el vaivén de la existencia.

San Juan de Abajo es una comunidad ubicada al sur de la ciudad de León, entre la maxipista y la vía del tren, se le agrupa (para términos políticos) dentro de un polígono "en desarrollo", (polígono de pobreza, términos prácticos).

Caracterizada por la inseguridad y falta de servicios públicos, la comunidad prácticamente ha mutado ya a una enorme colonia dividida en dos zonas: "El Ranchito" y "Los paracaidistas", a la que antes que otra cosa le hace falta la regularización de predios, una promesa que arrastra trienio tras trienio el alcalde en turno.

Pero los casi 39 mil habitantes de este polígono tienen varias experiencias en común: el cuarto de lámina o con suerte, en obra negra, por donde el frío de enero se cuela, la dificultad de trasladarse al centro de la ciudad por la intermitencia del transporte público, la violencia diaria (traducida en homicidios dolosos o violencia doméstica), la adicción de uno o más miembros de la familia, las calles intransitables en época de lluvias, pero sobre todo LA DISCRIMINACIÓN.

De esta zona de alta marginación está difícil salir, pero a la que "ni los policías entran".

Infraestructura, tierra prometida

Al menos desde la administración de Bárbara Botello Santibáñez (2012-2015), la promesa de certeza jurídica para los más de 4 mil 171 lotes se ha venido cacareando. La escrituración de sus predios permitiría acceder a los servicios públicos como agua potable, luz, pavimento, entre otros.

La zona se compone de una superficie de más de 1 millón 030 mil metros cuadrados a los que el Municipio delimita en tres principales zonas: San Juan de Abajo, San Joaquín y San Juan de Abajo Centro.

Aunque hace poco se realizó el asfaltado del camino de acceso a la comunidad, el resto de las calles aún son de tierra, lo que dificulta la movilidad tanto de colonos como de visitantes. Incluso, muchas veces los camiones urbanos y otros vehículos repartidores o pipas de agua se niegan a entrar por temor a quedarse atascados.

Para darse una idea de las condiciones en que viven sus habitantes, algunas cifras:

• Viviendas particulares habitadas que no disponen de lavadora 42.84 %
• Viviendas particulares habitadas que no disponen de refrigerador 48.98%
• Viviendas que no disponen de excusado o sanitario: 94 (casas)

Muchas de las casas son de techo de lámina y paredes de lona y cartón, algunas erigidas con madera de desecho. Viviendas sin terminar, en obra negra. Otras, abandonadas, quemadas, grafiteadas. Pero muchos, pese a todo, están agradecidos: es mejor tener un techo sobre la cabeza, que no tener nada.

Seguridad, deuda pendiente

San Juan de Abajo es "famoso" por los asaltos y otros hechos de delincuencia común. También es "normal" escuchar que la Policía ha encontrado a "otro ejecutado" a un costado de las vías del tren. La más reciente víctima fue descubierta el pasado 11 de junio: era un joven de unos 25 años, cuyo cuerpo estaba maniatado a un costado de dos sillones en desuso que habían sido abandonados previamente en el costado del camino.

Sobre las investigaciones, trascendió lo habitual en este y en la mayoría de homicidios dolosos, esos que han colocado a Guanajuato en la vergonzosa primera posición a nivel nacional: "Agentes de Investigación Criminal trabajan en las indagatorias para conocer la identidad del occiso y señalar la mecánica del hecho…". El encontrar a los responsables y llevarlos a juicio ya ni se menciona en los boletines de las autoridades.

En medio del caos, de pobreza y falta de oportunidades no es raro que haya tantos casos de adicciones, violencia doméstica y enfermedades mentales como la depresión. Tan solo el 23 de mayo pasado un hombre se quitó la vida de un disparo en un negocio de frutas y verduras en la principal calle de la comunidad.

¡Educación, deporte y cultura, al rescate!

Pero San Juan de Abajo no solo ocupa la nota roja. Hace un año, el nombre de la comunidad irrumpió a nivel no solo nacional sino internacional cuando la joven Yesica Hernández destelló en el Campeonato Panamericano Juvenil de Levantamiento de Pesas de La Habana, Cuba; ahí se adjudicó dos preseas de plata y una de bronce.

La joven ya había hecho historia en el deporte mexicano al ganar el primer título en levantamiento de pesas para el país, Oro en la categoría de los 49 kilos durante los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018.

Hace unos días, la joven se adjudicó dos platas y un bronce en el Campeonato Panamericano Juvenil de la especialidad, que nuevamente se realizó en La Habana. Previamente, en el Nacional Juvenil, consiguió tres medallas de oro.

Pero la hija de la señora Elizabeth, la de la calle San Lucas, lote 49, manzana 5, tiene que volver a la realidad.

“Cuando llueve, se pone horrible, nos inundamos, se moja su cama y nos apretamos en un cuarto, las autoridades nos dicen que van a ayudarnos, pero no dicen cuándo”, declaró su madre, al diario a.m.

Educación para el futuro, tarea del presente

San Juan de Abajo es punto de origen, pero con mucha fuerza de voluntad y sencillos actos de solidaridad puede ser también punto de despegue.

Uno de ellos es la Escuela para el Futuro, una institución privada enfocada en estudiantes de escasos recursos (lo que incluye a casi todos los niños y jóvenes de San Juan).

Gestionada a través de donaciones de la iniciativa privada pero también de ciudadanos de a pie, un equipo comandado por el Padre Patrick O'Connell L. C. (Legionario de Cristo), ha llevado a que a pocos años de su fundación, el colegio pase de ser primaria, a contar con kinder, primaria, secundaria y preparatoria.

La calidad de la educación que adquieren los chicos los ha llevado a obtener campeonatos deportivos y de conocimientos frente a escuelas donde el dinero es lo último que falta. Sin embargo, más allá de los premios y logros obtenidos, sus maestros y cuerpo administrativo se enfocan en reforzar el sentido de comunidad, a través de la formación intelectual, cívica, humana y espiritual.

La Escuela para el Futuro está a punto de iniciar una nueva etapa, luego de que su director general por los últimos seis años, Ricardo García Frausto, concluya su ciclo en la institución. Por ello, en la ceremonia de hace unos días, con la presentación del nuevo modelo institucional, se dieron también los actos de despedida para su muy querido director.

Así, después de explicarse el ideario docente para la institución, el discurso estudiantil sobre equidad de género, el coro de esperanza con la canción "Imagine" y momentos tiernísimos con las pequeñas porristas y el baile hawaiiano con los kidergardianos, el todavía director tomó el micrófono para agradecer a cada una de las personas que lo apoyaron en un proyecto que nació con la semilla de algo muy grande: transformar la vida comunitaria de San Juan de Abajo.

Ricardo García habló conmovido de la determinación, resiliencia y fortaleza de "sus niñas y sus niños", espíritus extraordinarios, que junto con sus padres, los maestros y el personal de la escuela, los han llevado a tener los más altos estándares de su zona escolar. En medio de lágrimas, especialmente de los que se quedaban, pidió a su comunidad educativa arropar al nuevo director, José Guzmán, y a la mesa directiva que iniciará con el próximo ciclo escolar, mientras él inicia en Chile un voluntariado de servicio social con chicos de la calle.

Durante la ceremonia hubo tiempo para otorgar importantísimos reconocimientos, como aquel que se le dio a una niña de preescolar, por aprender a pronunciar la "E". Otro, a un niño de primaria, por demostrar lo que significa la Perseverancia, a otro por cautivar con sus historias al resto de sus compañeros. Un diploma más a la abuela comprometida con la educación de su pequeño, al conserje por su compromiso y amor por el trabajo.

El Director de Acciones en Favor de las Niñas, Niños y Adolescentes del DIF estatal, Alfredo Torres Morales, presente en acto, destacó la importancia de los objetivos de la escuela y reconoció la fortaleza y liderazgo de maestros, padres de familia y alumnos, al enfrentarse al contexto socioeconómico del lugar, y vencerlo.

Hip hop, caicos y el milagro de la inclusión

Otro proyecto destacado en la comunidad es el Colectivo de teatro comunitario Los de Abajo, liderado por Sara Pinedo y Cuauhtémoc Vázquez, que junto con el Colectivo Alebrije buscan la integración de la colonia a la ciudad y viceversa. Aunque en un principio se acercaron a con ganas de mostrar las bondades del teatro como elemento de cohesión social, terminaron echando mano de otras alternativas como el hip hop, el rap, el grafiti y el performance, para ganarse la confianza y el cariño de la gente.

El colectivo Lxs de Abajo surgió como parte de la iniciativa del Proyecto Ruelas del Festival Internacional Cervantino en 2016; desde entonces ha generado proyectos escénicos y de reconfiguración del espacio en el que se desempeña.

Uno de ellos, ‘La Ciudad’, un recorrido por San Juan, guiado por sus habitantes, tuvo el objetivo de la integración, de buscar generar identidad entre los habitantes de la zona y dar a conocer la labor artística que se cocina en esta colonia marginada. Así, "envueltos por el sonido del hip-hop y rodeados de grafitis", oriundos y visitantes reconocieron a pie las calles, los sonidos, las texturas, "en medio de locura, en medio de loquera".

DALE PLAY Y SÚBELE EL VOLÚMEN:

Hubo la libertad para apropiarse del espacio, tomar las calles, entrar a las casas con huellas de incendio para rapear desde la azotea, mientras otros jugaban a “colgar los tenis”, es decir, aventar un par de zapatos viejos a un cable.

"Los coloridos grafitis se alzan en las bardas más altas de San Juan de Abajo para contar historias; algunas sobre el tren, las vías, ladrones, drogas, las ‘clikas’ y la muerte."

No es una realidad muy diferente a lo que hay al otro lado de las vías del tren. Si acaso, los que cruzan del sur llevan más lodo en los tenis. Hay resentimiento, pero también dignidad.

El proceso de reconocerse como persona, como ciudadano, de San Juan, de León, del mundo, lleva tiempo e implica cambios en la parte medular de la sociedad: la familia. Y "Fuenteovejuna" fue el proyecto que dio la oportunidad a padres de familia y vecinos para integrarse al proyecto a través de "la escena primera: el carnaval".

El nuevo proyecto de Lxs de Abajo es Quinces "una personalísima versión del ritual de quince años, que nos ha permitido revisar esos roles impuestos y los personajes que nos inventamos para sobrevivir a la adolescencia." Porque sí, aquellos que destacaron hace unos años en el Encuentro Nacional de Teatro Hecho por Niñas y Niños, ya crecieron. Dentro de poco serán jóvenes, mientras nuevas generaciones se suman al equipo como actores, divulgadores, gestores culturales y sobre todo y muy activamente, como CREADORES, algo que les otorga un poder que pocos (en el rancho o en la ciudad) se atreven a tener.

Travesuras bajo control

"Es un proyecto que no tiene prisa", dice Sara Pinedo, "es importante que los más grandes se vuelvan talleristas de los más pequeños" puesto que no se trata solo de teatro, de arte urbano, rap o grafiti, es todo un foro de expresión comunitaria, un sitio de encuentros.

Cuauhtémoc Vázques, por su parte, dijo que esperaban darles herramientas a los muchachos para que ellas y ellos sean capaces de generar sus propios proyectos, que sean capaces de acceder a convocatorias en teatro, rap, danza urbana, expresiones de la comunidad. "Darles más autonomía y acceso a recursos" que ahí están.

Jaime, uno de los chicos que participan en el proyecto, menciona que en la guarida se siente libre de tocar temas que en su casa no se puede ni hablar, como por ejemplo, cuestionar por qué a las niñas sí se les hace fiesta de XV años y a los niños no. "(Aquí tengo) la seguridad de poder decir cómo me siento, de conocerme y de conocer a otros, de aprender" nuevas cosas, muchas de ellas, divertidas.

En opinión de Adriana, una de las madres de familia que apoyan el proyecto Lxs de Abajo, menciona que a su hija le ha servido para mejorar la memoria en la escuela, al tener que repasar los textos de las obras de teatro, además de que el centro cultural les da la oportunidad de distraerse sanamente, jugando, rapeando y haciendo grafitis, así como de viajar a otros lugares, para conocer más allá de San Juan.

El proyecto "Quinces" tendrá su próxima función este viernes 5 de julio a la 17:30 horas en la Academia Renacimiento y Trinitate Philharmonia (La Trinidad #101, Carretera a Santa Ana del Conde Los Ramírez, en León). La entrada es libre.

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